Frinje Madrid se asoma este año al filo de los géneros para tomar impulso y saltárselos. Las más de 500 propuestas recibidas desde distintos rincones del mundo demuestran que la realidad escénica desobedece desde hace ya tiempo la tiranía de las etiquetas. En 2015 celebramos los cuerpos en movimiento, alentamos la creación en grupo, disfrutamos experiencias singulares, investigamos en laboratorios de creación, reinventamos enfoques y experimentamos de primera mano la inmediatez de una actualidad rabiosa, intensa y desafiante.
Frinje Madrid cartografía en su cuarta edición los territorios fronterizos de la escena y explora, para habitarlos, los espacios comunes de la creación, la exhibición y el pensamiento contemporáneo.
Frinje Madrid escribe del 3 al 25 de julio un manifiesto artístico que reivindica un diálogo activo entre creadores y espectadores, entre las realidades múltiples y las utopías (o distopías), entre la vanguardia y la tradición.
Y lo hace con programación para mayores y pequeños en el escenario, en las terrazas, en los espacios convencionales y en los singulares.
Frinje Madrid cambia de rumbo, muta, se repiensa. Y estrena nombre con cuerpo de J: de Fringe a Frinje. En un homenaje a la sencillez juanramoniana; en un guiño a la particular y reconocible pronunciación con que suele llamar al festival el público madrileño.
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