Hola compas,
en documento adjunto os envío la la excelente ponencia de César Prestel, profesor de filosofía en el IES Cervantes que habló de las implicaciones de la polémica Ley Wert, o LOMCE (Ley de Mejora de la Calida,d de la Enseñanza), que todavía se sigue tramitando en el Congreso.
Con este lúcido discurso se abrió el primer encuentro por la educación pública de calidad en Lavapiés y Arganzuela, que reunió el pasado viernes 8 de febrero a más de 50 personas, pertenecientes a diferentes estamentos de la comunidad educativa (profesorado, alumnado y familias) en la librería Traficantes de sueños (Calle Embajadores, 35).
Está previsto un segundo encuentro el 1 de marzo.
LA LEY WERT: SUSPENSO EN EDUCACIÓN.
César Prestel, profesor de filosofía en el IES Cervantes
¿Sabes que en el Ministerio están preparando una nueva ley de educación? Aunque las noticias a veces hablan de la ley Wert, poca gente sabe en realidad lo que dice. Hay que reconocer que estudiarse una ley no es lo más divertido del mundo. Aunque tal vez, si supieras lo que propone este proyecto, en vez de aburrirte podrías acabar enfadándote. Este artículo pretende ayudarte a comprender por qué hay tantos alumnos, padres, profesores y pedagogos que están en contra de esta ley. Para entenderlo, en vez de resumir ese texto tan largo y farragoso, quizá sea más útil plantear unas cuantas preguntas para que veas cómo responde la ley Wert a cada una de ellas.
- ¿Educar para qué?
Somos muchos los que creemos, como dice el artículo 27 de la Constitución Española, que el objetivo de la educación es fomentar “el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales”. Nuestra Constitución desarrolla las ideas básicas del artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde también se afirma que “la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana”. Pero la ley Wert no habla en ningún momento de la formación integral de las personas. Para la ley Wert parece que el único objetivo de la educación es adiestrar a trabajadores eficaces. Las primeras palabras del proyecto de ley lo dejan bien claro: “La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global” Lo que significa esto está bien claro. Esta ley nos dice que el propósito de la educación no es formar personas, sino sólo preparar a trabajadores competitivos. ¿Y a ti qué te parece? ¿Cuál crees tú que debe ser el objetivo de la educación?
- ¿La educación es un derecho o un bien de consumo?
También somos muchos los que pensamos que “todos tienen el derecho a la educación”, como también dice el artículo 27 de nuestra Constitución y el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Sin embargo, la ley Wert no habla de la educación como un derecho básico y fundamental que todos deben tener garantizado. Da la impresión, más bien, de que para esta ley la educación es un bien de consumo como cualquier otro servicio de los que se ofrecen en el mercado. Para conseguirlo, la ley apuesta por impulsar la “autonomía de los centros”. Esto significa que cada escuela podrá especializarse en lo que hace mejor para poder así competir con otras escuelas en el mercado de servicios educativos. Veamos cómo lo dice la ley: “Las acciones de calidad educativa, que deberán ser competitivas, supondrán para los centros educativos la autonomía para su ejecución, tanto desde el punto de vista de la gestión de los recursos humanos como de los recursos materiales y financieros. ” ¿Y a ti qué te parece? ¿Es la educación un derecho o se trata de algo que debe ofrecerse en el mercado y someterse a la oferta, la demanda y la competencia?
- ¿Qué pasa con PISA?
El informe PISA es un estudio comparado de los resultados que obtienen los alumnos de distintos países en unas pruebas estandarizadas de lectura, ciencias y matemáticas. Las pruebas PISA muestran que el nivel de los alumnos españoles está dentro de la media internacional. Sin embargo, la ley Wert está muy preocupada por mejorar los resultados de nuestros alumnos en estas pruebas para acercarnos a los primeros puestos de la lista, que está encabezada por Finlandia. Por eso insiste en la importancia de reforzar las materias instrumentales (lengua, matemáticas e inglés). Al parecer las demás materias (por ejemplo las artísticas o las humanísticas) no son tan importantes. Si lo que importa es obtener buenos resultados en las pruebas PISA, lo que hay que hacer es preparar a los alumnos para que hagan bien esos exámenes. No se puede perder el tiempo desarrollando la creatividad, el trabajo en equipo o el pensamiento crítico. La escuela se convierte así en una especie de academia donde lo que importa no es aprender, sino sacar muchos puntos en los exámenes PISA. ¿Cuál es tu opinión? ¿Crees que la educación debe prepararte para sacar muchos puntos en PISA o para desarrollar tus capacidades como persona?
- ¿Educación para quién?
Nuestro sistema educativo, como muestra también el informe PISA, es muy equitativo. Esto significa que en España las oportunidades educativas son similares para todas las personas, sin importar su origen social o la situación de su familia. Ciertamente, el fracaso escolar en nuestro país es muy elevado, aunque en los últimos años las tasas de abandono se han reducido considerablemente. Para atajar el problema del fracaso escolar la ley Wert propone un método tajante. Hay que separar a los alumnos que quieren y pueden estudiar de los que no se interesan por aprender y tienen dificultades. Lo que dice la ley es muy revelador: “Todos los estudiantes poseen talento, pero la naturaleza de este talento difiere entre ellos, por lo que el sistema educativo debe contar con los mecanismos necesarios para reconocerlos y potenciarlos. El reconocimiento de esta diversidad entre alumnos en sus habilidades y expectativas es el primer paso de cara al desarrollo de una estructura educativa que contemple diferentes trayectorias”. Para separar a los alumnos se introducen exámenes de reválida que se realizarán al final de la etapa y que habrá que aprobar para obtener el título en Secundaria y en Bachillerato. A los alumnos que no encajan, se les deriva a la “Formación Profesional Básica”, donde se les enseñará lo indispensable para que puedan desempeñar un trabajo de baja cualificación para el que no haga falta ni siquiera el Graduado en ESO. ¿Y a ti qué te parece? ¿Quiénes son los que deberían poder estudiar?
- ¿Qué es lo que hay que aprender?
Nuestro actual sistema educativo, siguiendo las directrices comunes de la Unión Europea, aspira a desarrollar la adquisición de competencias básicas en los alumnos. Los profesores intentamos que los alumnos sean capaces de expresarse correctamente en su lengua y en una lengua extranjera, de comprender los elementos básicos de la cultura, de relacionarse con los demás de forma adecuada, de aprender por sí mismos... Para conseguirlo tenemos que enseñar muchas más cosas de las que aparecen en los libros de texto. Para un modelo educativo centrado en las competencias básicas, los contenidos son sólo una parte de lo que hay que enseñar. Sin embargo, la ley Wert parece que se preocupa principalmente de los contenidos académicos, dejando en segundo lugar todo lo demás. Así lo revelan las asignaturas que potencia, el sistema de evaluación con reválidas y la separación de los alumnos que siguen una vía “académica” (la de los estudiosos) de otra “profesional” (la de los que piensan en trabajar cuanto antes). Para la ley Wert lo que importa no es desarrollar capacidades, sino aprenderse bien el libro para pasar el examen de reválida. ¿Y cuál es tu posición? ¿Qué crees que deberíamos enseñar en las escuelas?
- ¿Y si necesitas ayuda?
Ya hemos visto que la ley Wert está muy preocupada por ponerse a la altura de Finlandia en los resultados de las pruebas PISA. Sin embargo, esta ley no tiene demasiado en cuenta la forma de enseñar que ha llevado a Finlandia a alcanzar el puesto número uno. En Finlandia, cuando los alumnos comienzan a tener problemas de aprendizaje reciben un apoyo personalizado e inmediato, con los profesores que necesiten para reforzar sus conocimientos. Lo que funciona es prevenir el fracaso escolar, no tratar de remediarlo cuando ya se ha producido. Por eso sorprende tanto que la ley Wert ni siquiera trate este tema. En el proyecto de ley no se menciona ni una sola vez a los alumnos que tengan necesidades educativas especiales. Si te cuesta aprender o si tienes problemas en clase la ley te recomienda usar las nuevas tecnologías, que “servirán de refuerzo y apoyo en los casos de bajo rendimiento ”. Parece que, si no aprendes, lo mejor es que te salgas de la vía académica. Así, quedándonos sólo con los que van bien, tal vez mejoremos los resultados en las pruebas PISA. ¿Qué te parece esta cuestión? ¿Qué crees que debería hacer el sistema educativo con los alumnos que tienen problemas para aprender e integrarse?
- ¿Quién manda en la escuela?
El artículo 27 de la Constitución Española, que habla del derecho a la educación, establece que “los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos”. Las escuelas públicas son de todos, y por eso la organización y el control deben ser también de todos. Sin embargo, la ley Wert no parece confiar en la gestión democrática de los centros educativos. El proyecto de ley otorga todo el poder al director, convirtiendo al Consejo Escolar en un mero espectador. El Consejo Escolar es el órgano en el que están representados todos los miembros de la comunidad educativa, y con la ley actual desempeña un papel muy relevante en la vida del centro. Sin embargo, para la la ley Wert ”el Consejo Escolar es el órgano consultivo del centro ”. Si es un órgano “consultivo” eso significa que ya no es un órgano “decisorio”. Todas las funciones que desempeña el Consejo Escolar según la ley actual pasan con la ley Wert a ser competencia exclusiva del director. ¿Y tú qué crees? ¿Quién debería tener el poder de decidir en tu escuela?
- ¿FP para qué?
Hace muchos años, cuando los que hoy somos profesores estábamos estudiando en el instituto, la FP tenía muy mala fama. Se suponía que los “buenos” alumnos iban al bachillerato, porque la formación profesional era sólo para los que no podían o no querían estudiar. Afortunadamente, esta situación ha cambiado mucho con el tiempo. Hoy en día la FP tiene en España un merecido prestigio, porque forma profesionales muy bien cualificados y con grandes posibilidades de encontrar empleo. Desde luego, la formación profesional también requiere estudio y dedicación, aunque su orientación sea más práctica y específica que los estudios de bachillerato. Teniendo en cuenta el éxito que ha alcanzado la FP en nuestro país, sorprende que la ley Wert pretenda convertirla en la salida de los alumnos que no “valen” para estudiar. El proyecto de ley introduce dos itinerarios en 4º de ESO. Los alumnos estudiosos irán por la vía académica, que les conducirá al bachillerato. Para los alumnos menos estudiosos está la vía profesional, que les llevará a la FP. La ley prevé también el caso de los alumnos con dificultades de aprendizaje, que no serán capaces de llegar ni siquiera a la vía profesional de 4º de ESO. Para ellos se establece la “Formación Profesional Básica”, que sustituirá a los cursos 3º y 4º de ESO y servirá para que el alumno aprenda un oficio elemental sin graduarse. ¿Qué opinión te merece esto a ti? ¿Para quiénes crees que debería estar pensada la FP?
- ¿Qué significa “calidad”?
El nombre oficial de la ley Wert es bastante largo: “Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa” (LOMCE). Desde sus primeros párrafos, la ley insiste en la importancia de mejorar la calidad de la educación: “El principal objetivo de esta reforma es mejorar la calidad educativa, partiendo de la premisa de que la calidad educativa debe medirse en
función del "output" (resultados de los estudiantes) y no del "input" (niveles de inversión, número de profesores, número de centros, etc.)” Esto significa que el proyecto de ley equipara la calidad con los resultados. Leyendo un poco más esta idea se perfila y aclara en el proyecto de ley. Una educación de calidad es la que permite a los alumnos puntuar muy alto en las pruebas PISA y aprender lo que necesitan para encontrar un empleo. Por eso esta ley insiste tanto en la “excelencia” y el “esfuerzo”, porque considera que lo más importante es que la educación permita a las personas más capaces y motivadas el máximo desarrollo de sus potencialidades individuales. Lo que llama la atención aquí es todo lo que olvida esta forma de entender la calidad. Por ejemplo, no se tienen en cuenta la atención individualizada de los alumnos, el apoyo a los que más lo necesitan, la creatividad, el trabajo en equipo, el trato humano y personalizado, la relación interpersonal de los alumnos, la riqueza de convivir en la diversidad... Para la ley Wert la calidad se reduce a ofrecer a los alumnos lo que necesitan para poder competir en el mercado con otros trabajadores. Ni siquiera se le ocurre la posibilidad de educar para que las personas colaboren en lugar de competir, para que convivan en lugar de aislarse, para que compartan en lugar de preocuparse por su éxito individual. ¿Y a ti qué te parece? ¿En qué consiste para ti una educación de calidad?
- ¿Cómo se hace una reforma educativa?
Seguramente sabrás que, desde que en España vivimos en democracia, hemos tenido varias leyes educativas distintas. Los grandes partidos políticos que han gobernado en estos años han sido incapaces de ponerse de acuerdo para establecer una ley duradera. Por eso se propone una reforma del sistema educativo cada vez que cambia el color político de los gobernantes. Desde luego, nuestro sistema actual tiene muchos problemas que habría que resolver. Tal vez el más serio sea la enorme tasa de fracaso escolar y de abandono temprano de la educación. Pero también deberíamos abordar cuestiones como la forma de aprender y enseñar, la manera de atender a los alumnos con dificultades, las opciones adecuadas para los alumnos más interesados y capaces...
Reformar la educación es un tema muy serio. La educación condiciona las posibilidades y el futuro de todas las personas. Pero los resultados de la educación sólo se aprecian a largo plazo, después de varios años. En Finlandia, el país número uno en los informes PISA, la educación sigue un modelo estable y con enorme apoyo social desde hace muchos años. Todos los finlandeses saben que en la educación se están jugando el futuro de sus niños y jóvenes, y por eso la cuidan como es debido.
¿Cómo habría que hacer una reforma de la educación en nuestro país? Teniendo en cuenta la importancia de la cuestión, parece sensato comenzar estableciendo un diálogo abierto y participativo en el que todos los interesados puedan ofrecer su punto de vista. Existen numerosos estudios serios y rigurosos que pueden mostrarnos qué es lo que funciona bien y qué es lo que hay que mejorar. La reforma educativa debería tener en cuenta estos informes y también debería fijarse en los modelos educativos exitosos, como el finlandés. Esto supondría analizar en detalle todos los factores que influyen en la mejora del sistema educativo, en lugar de atender sólo a unos pocos datos aislados y fuera de contexto. Desde luego, sería necesario un espíritu constructivo que permita alcanzar un acuerdo en el que participen los grandes partidos políticos y la sociedad en general. Por desgracia, la elaboración del proyecto de la ley Wert no ha seguido ninguna de estas pautas, por lo que ha generado un razonado y comprensible rechazo por parte de muchas personas.
Y ahora que ya sabes algo más sobre este proyecto de ley, ¿tú qué opinas sobre la ley Wert?
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